Ayer tuvimos las celebración de las Bodas de oro de la Parroquia del Santísimo Redentor de Sevilla. Después de la Eucaristía, prolongamos la amistad y la fe en el jardín de la Comunidad. Un barril de cerveza, degustación de aperitivos, disfrutar de la compañía y la charla.... Los últimos nos despedíamos cerca de las 1 de la madrugada.
Esta mañana el P. Juan Bautista y este trotamundos preparamos nuestra mochila para encaminarnos hacia Jaén. Allí nos espera la Parroquia de San Juan, en el casco histórico. Llenos de Resurrección pretendemos dar lo mejor para animar aquella comunidad cristiana, entusiasmarla y hacerla disfrutar de su fe, animarla para que salga e invite a otros a compartir la vida durante unos días... en fin, colaborar para que la Resurrección y la vida nueva que con ella nace llegue hasta el último rincón de Jaén; aunque siendo humildes, nos quedaremos allí donde nuestra falta de ciencia o nuestras pobres fuerzas nos pongan las fronteras.
Rezad por el buen éxito de esta misión, y por la de Malagón, donde está el resto del equipo. ¡Ánimo hermanos!
Ánimo Antonio y sembrad entre olivares y romerias... Otro hará crecer. Abrazos
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