lunes, 26 de noviembre de 2012

En el corazón de Calatrava


Desde el sábado pasado nos encontramos el P. Arsenio y este trotamundos en el corazón del Campo de Calatrava, en una población llamada Bolaños. Es este un pueblo de unos 12000 habitantes, apiñado alrededor de un castillo, cuyas bases pusieron los árabes y que más tarde sirvió como alojamiento del Comendador de Calatrava. A unos 3 ó 4 km de la villa de Almagro, fue creciendo Bolaños con las personas que servían en las casasseñoriales de la capital del teatro.
 
Aquí nos encontramos durante unos 8 días de Misión Cofrade. Existen en esta villa 19 cofradías y hermandades. En ellas están involucrados la mayor parte de la población cristiana. Por ello han creído conveniente los sacerdotes darles in impulso evangelizador. La primera impresión no es mala; muchas personas en las reuniones y eucaristías celebradas. Las tertulias cofrades han ido mas o menos .... no obstante, nosotros andamos aún a la expectativa, como la cigueña que vive en la torre de la iglesia, siempre a la expectativa.

viernes, 23 de noviembre de 2012

De Zarandona a Sevilla pasando por Jaen


La segunda semana continuamos celebrando la fe en las celebraciones misioneras, que, aunque menos nutridas que la de las asambleas, también tuvo un número de participantes y no fue menos la vida compartida. Paralelo se atendieron a los niños, bien en el colegio, bien a través de la catequesis o la Eucaristía de niños; siendo este uno de los sectores más grandes por su número, de la parroquia. Otro sector significativo fue el de los matrimonios, por existir un grupo de matrimonios de mediana edad integrados en la parroquia a través de las 3 cofradías que en ella funcionan (La Cofradía del Santo Cristo, la de San Félix y la de la Purísima); con estos se tuvieron las reuniones después de las celebraciones misionales. Para que la acción misionera llegase a más número de personas se invitó a las madres de niños de catequesis, en reuniones paralelas a la catequesis; y aunque el número fue menor, se tuvo una reunión con ellas. También se tuvo reuniones durante las mañanas con los ancianos, que culminaron con la celebración del Sacramento de la Santa Unción, recibido por una treintena de personas. Se visitaron a los enfermos, donde fuimos acompañados los misioneros por las personas que habitualmente componen la pastoral de la salud. Con los adolescentes nos reunimos en los grupos de poscomunión y confirmación, y a través de ellos preparamos los símbolos de las Eucaristías dominicales. El trabajo con los jóvenes nos resultó más complicado, pues no hay ninguna estructura que facilite el trabajo. Se accedió a un pequeño grupo, hijos de los matrimonios más implicados en la vida de la parroquia; con alguno se contactó durante la comida en su casa; otros acudieron desde la invitación hecha en los grupos de confirmación, y aunque fueron pocos los que respondieron a la invitación, se sintieron motivados para crear un grupo de jóvenes con aquellos que se van a confirmar el 14 de diciembre próximo.

Con todo esto, la celebración de clausura resultó preciosa, con la presencia de todas esas caras de niños, adolescentes, jóvenes, adultos, matrimonios y ancianos con los que habíamos compartido la fe; la guinda fue el mimo del payaso, que representaron los jóvenes, con el cual quisieron poner un toque propio a la celebración parroquial.
No podemos pasar por alto la acogida de nuestras hermanas, las Oblatas de Murcia; fraternalmente me acogieron durante los días que estuve a comienzos de octubre preparando la Misión; compartieron con los dos misioneros la celebración comunitaria del Santísimo Redentor; han estado orando por el desarrollo de la Misión; y se han preocupado por la vida de estos dos misioneros. Gracias de corazón.
Castillo Santa Catalina desde la Plaza de San Juan
Y ahora, después de la siembre, manteniendo nuestra oración, esperamos que la semilla esparcida comience a crecer para que de frutos.

Al marchar de Zarandona, camino de Sevilla, pasé 3 días por Jaén, para ver como va creciendo la siembra realizada en la misión de abril pasado y animar a aquella buena gente del barrio antiguo de la capital del Santo Reino a seguir animados con las asambleas. La acogida, como siempre, excepcional. La ciudad, entre la lluvia y los colores otoñales, preciosa; y, como en la misión, impresionado por la acogida dispensada por las clarisas del Monasterio de Santa Clara, donde compartí los has monjas la oración matutina. Ante esas mujeres que viven con su corazón entregado a Dios y repletas de alegría, uno queda . Una persona de esta parroquia de San Juan me decía que había recuperado la alegría cuando conoció a estas clarisas. ¡Cuanta riqueza existe escondida a los ojos humanos en el interior de los monasterios!
 
Patio de la Magdalena
Después de despedirme de la parroquia, de la comunidad de clarisas, de los demandaderos (Blas y Gloria), me encaminé a mi comunidad sevillana, donde he recuperado pilas en estos 10 días de vida fraterna.
 
Ahora haciendo las maletas para ir a la Mancha de Misión; en concreto a Bolaños de Calatrava. ¡Allí nos vemos!

domingo, 4 de noviembre de 2012

Entre gente con el corazón grande


Ya son diez los días que llevamos compartiendo vida, fe y esperanzas con la buena gente de Zarandona. Los primeros días fueron un ir y venir por calles, caminos y carriles que surcan la huerta para que la palabra de Dios fuese acogida. La experiencia ha sido similar a la huerta que nos rodea; esta tierra huertana tiene un subsuelo rico en agua, que fecunda la tierra y da fruto; ciertamente no se ve a simple vista; pero si se profundiza un poco, ahí está el tesoro. Todo velado por la mirada de Cristo desde el cerro de Monte Agudo y la Virgen María de los ojos grandes desde su Santuario de la Fuensanta.
Durante esta semana han funcionado 14 asambleas familiares, en las que se han reunido unas 160 personas cada tarde en torno a la Palabra de Dios. Cada asamblea ha sido como un “pozo” donde el agua subterránea ha brotado a la superficie y ha generado vida, entusiasmo, esperanza, ….. Cada tarde iba creciendo en el corazón de esta comunidad parroquial un gozo especial por el encuentro entre vecinos, por el diálogo, y por el descubrir como la fe oculta, como agua subterránea, iba aflorando a superficie en cada una de las reuniones. Aguas que hacen de estas gentes, un pueblo sencillo y acogedor, de fe firme y creativa.

La expresión de todo ello fue la celebración de Asamblea de asambleas, donde compartimos la reflexión a través de los símbolos que cada grupo trajo. Desde relojes que ofrecían el tiempo, la mesa camilla de la reunión, el tapete de la mesa, testigo del diálogo fraterno, un árbol donde estaban integrados las fotografías de cada familia que se sentían cobijadas a la sombra de la asamblea, nudos atados a un único nudo enterrado en tierra, que representa la unión en Cristo; o un metro como símbolo de la distancia entre unos y otros, que fueron cajeados por un metro de leche.
Pero la misión no ha terminado; queremos ofrecer en esta segunda semana de Misión, esa agua a todos los grupos que componen la parroquia; esperemos que esta gente con un corazón grande lleno de fe, responda a la llamada de Jesús.