domingo, 1 de junio de 2025

El Santuario de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro de Granada, espacio de santidad

El Santuario de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro de Granada, espacio de santidad

 “La santidad es el adorno de tu casa” (Salmo 93, 5)

Ayer comenzábamos la Novena de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro en este templo-santuario dedicado a ella en la ciudad de los cármenes. El cartel que lo anuncia y que este año ha pintado bellamente el joven artista Alejandro Pérez, quien al describir su obra apuntó el día de su presentación “que en la parte inferior, a través de un collage se representa la Eucaristía en manos del venerable Francisco Barrecheguren, el rezo del rosario en la figura de la beata Conchita Barrecheguren y la comunidad redentorista en su fundador San Alfonso María de Ligorio. Además, ha plasmado de fondo un calendario «con la fecha del 27 de junio en rojo, festividad del Perpetuo Socorro”, Tal obra me ha hecho rememorar que el santuario es un espacio santo impregnado por la fe y oración de personas santas.

Echando manos de la historia, he comenzado a hacer un elenco de personas santas que han vivido aquí. El mismo origen del templo está vinculado al sacerdote granadino venerable D. Pedro de Torres y Acebedo (1614-1670), que está enterrado en la cripta del templo, y que desde su sepultura se ha convertido en cimiento de la fundación filipense. Junto a él, recordamos otro de los cimientos, esta vez no del templo, sino de la comunidad redentorista; es el venerable Victor Loyódice (Corato –Italia- 1824 - Montevideo -Uruguay- 1916), sacerdote redentorista de la Provincia de Nápoles que instauró la congregación en España; fundó primeramente una comunidad en Alhama de Granada (1867-1868); y tras la restauración en San Juan de los Reyes, donde llegó en 1879 y marchó camino de Argentina en 1884). Pero lo tenemos entre las personas cimiento porque no llegó a conocer este espacio de santidad que es el Santuario del Perpetuo Socorro.

Los Misioneros Redentoristas adquirieron el templo filipense y los edificios adyacentes, desamortizados en 1835, mediante compra realizada en 1912. Restaurado el templo lo consagraron al culto del Sagrado Icono que en 1874 el papa Beato Pío Nono les encomendó y pidió que la dieran a conocer. Desde ese momento hasta el presente este centro eclesial granadino ha levantándose con personas que ya han sido declaradas por la iglesia como santas. Para hacernos conscientes del dato, hagamos un elenco de ellas y demos unas pinceladas sobre su vida en este espacio.

Beatos

Beata María de la Concepción del Perpetuo Socorro Barrecheguren (Conchita) (1905-1927).- Nacida y fallecida en Granada, fue bautizada con el nombre de María de la Concepción del Perpetuo Socorro por la devoción de sus padres a esta advocación de la Virgen. Fue inscrita en la Archicofradía del Perpetuo Socorro. Su padre que ya se dirigía y confesaba con el redentorista P. Ruiz Abad, ante los escrúpulos de la hija la trajo a que fuera él quien la atendiera espiritualmente. Trasladado el confesor comenzó a dirigirse con el P. Tomás Ramos, quien le acompañó espiritualmente durante el proceso de la enfermedad. Vinculada a la asociación de las Marías de los Sagrarios, tenía su sede granadina en el Santuario. Y cuando ya estaba muy débil en el Carmen de la Alhambra, donde falleció, fue el redentorista beato Julián Pozo quien le administró los últimos sacramentos. Los redentoristas son quienes alentaron su fama de santidad con las diversas biografías que publicaron; son ellos quienes han seguido el proceso de canonización iniciado en 1938 y concluido en 1945. Desde 2007 sus restos descansan en este templo y aquí reciben culto. Beatificada en Granada el 6 de mayo de 2023.

Beato Pedro Romero Espejo (Pancorbo 1871 – Cuenca 1938). Sacerdote redentorista muerto en la cárcel de Cuenca en 1938 a causa de las persecuciones sufridas y las torturas recibidas después de vivir en medio de la persecución religiosa como un mendigo por las calles de la ciudad llevando los auxilios espirituales a quien se lo reclamaba. Fue beatificado en Tarragona en 2013. Desde 1897 a 1899 estuvo destinado en la comunidad redentorista granadina de San Juan de los Reyes, entregándose a la predicación de misiones en el Valle de Lecrín y las Alpujarras. Regresa a Granada en 1914 ya al recién inaugurado santuario; y aquí estará hasta diciembre de 1921 en que es destinado a Cuenca, donde le espera la persecución religiosa. Durante estos años, además del confesionario, de nuevo se entregará a la predicación de misiones en todo el territorio de la archidiócesis granadina  y las vecinas.

Beato Julián Pozo Ruiz de Samaniego (Payueta 1903 – Cuenca 1936).- Sacerdote redentorista  afectado por la tuberculosis desde su profesión. Vivió su vocación ayudando en el ministerio interno en la medida que su enfermedad se lo permitía. Murió martirizado en Cuenca en agosto de 1936. Fue beatificado en Tarragona en 2013. Es destinado al Santuario del Perpetuo Socorro de Granada donde llega el 3 de diciembre de 1925 por motivos de salud y se marchará el 30 de octubre de 1927 con destino a Cuenca, donde le espera el martirio. Durante el breve espacio de tiempo que vive en el santuario conocerá a la beata Conchita Barrechegure y tendrá la dicha de ser quien le administre los últimos sacramentos en el lecho de muerte. También será testigo de la Coronación del Sagrado icono en dicho Santuario el día 12 de junio de 1927.

 Beato Miguel Goñi Áriz (Imarcoain 1902 – Cuenca 1936).- Sacerdote redentorista dedicado a las misiones que murió martirizado en Cuenca a finales de agosto de 1936. Fue beatificado en Tarragona en 1913. Fue destinado al Santuario del Perpetuo Socorro de Granada donde llega en marzo de 1927 y está hasta marzo de 1928 recuperándose de una afección pulmonar. Como el P. Pozo, también será testigo de la Coronación del Sagrado icono en dicho Santuario el día 12 de junio de 1927.

Beato Ciriaco Olarte Pérez de Mendiguren (Gometxa 1893 – Cuenca 1936).- Sacerdote redentorista entregado a las misiones, primeramente en México, de donde fue expulsado en 1927; posteriormente en España hasta su martirio en a a finales de julio de 1936. Fue beatificado en Tarragona en 2013. El 16 de agosto de 1932 el P. Ciriaco llega destinado a Granada en donde estará hasta el 4 de julio de 1933, además de misionero como sotoministro y prefecto de forasteros. Desde el Santuario del Perpetuo Socorro se entregó al anuncio misionero en un periodo complicado para públicamente anunciar la fe; su radio de acción se extiende a Córdoba, Málaga, Granada y Almería, predicando Misiones Novenas y Ejercicios a Monasterios contemplativos.

Beato Antonio Girón González (Ponferrada 1871 – Madrid 1936).- Sacerdote redentorista martirizado en Madrid a finales de agosto 1936. Beatificado en Madrid el 22 de octubre de 2022. Aunque no vivió como misionero destinado en Granada, siendo Ecónomo Provincial fue quien compró el antiguo convento filipense en 1912 y quien dirigió las obras del mismo desde Madrid. Visitó el Santuario en numerosas ocasiones.

Beato Ángel Martínez Miquélez (Funes 1907 – Madrid 1936).- Joven sacerdote redentorista, dedicado fundamentalmente a profesor de Filosofía en el Estudiantado y al trabajo con jóvenes donde estuvo destinado. Murió martirizado el 20 de julio de 1936 al inicio de la persecución religiosa. Beatificado en Madrid el 22 de octubre de 2022. Estuvo destinado en el Santuario de Granada en 1934, desde el 11 de mayo hasta el 6 de octubre.


Beato Aniceto Lizasoáin Lizaso (Irañeta 1877 – Madrid 1936).- Hermano coadjutor redentorista, dedicado fundamentalmente a tareas domésticas y a la sacristía. Fue martirizado en Madrid el 17 de agosto de 1936; fue beatificado en Madrid en octubre de 2022. Fue destinado a Granada en mayo de 1904 a la comunidad de San Juan de los Reyes. En Granada estará hasta noviembre de 1918. Durante estos 12 años de estancia en Granada vivirá el traslado de la comunidad desde San Juan de los Reyes a San Jerónimo, siendo el último en abandonar la casa albaicinera. Será testigo de la inauguración del Santuario del Perpetuo Socorro en 1915 donde desempeñó el oficio de sacristán.

Beato Nicesio Fernández del Palomar Quincoces (Tuesta 1859 – Madrid 1936).- Hermano coadjutor redentorista, dedicado fundamentalmente a la horticultura y posteriormente a la dirección de las obras en las distintas comunidades redentoristas. Fue martirizado en Madrid el 16 de agosto de 1936; fue beatificado en Madrid el 22 de octubre de 2022. Aunque por su trabajo de maestro de obras estuvo varias veces en Granada, residió en el Santuario del Perpetuo Socorro desde el 14 de diciembre de 1912 hasta el 24 de abril de 1914 para dirigir las obras de limpieza y restauración del templo de San Felipe y convertirlo en el santuario granadino de la virgen.

Beato Manuel Medina Olmos (Lanteira 1869 – Vícar 1936).- Sacerdote sacromontano y obispo de Guadix. Fue martirizado el 29 de agosto de 1936 en Vícar (Almería); fue beatificado en Roma en 1993. Aparte de la relación privada que pudiera tener con el santuario, siendo Obispo Auxiliar de Granada ayudó al Cardenal Vicente Casanova y Mazol a coronar el Icono del Perpetuo Socorro de Granada el 12 de junio de 1927.

Camino de los altares

Venerable Francisco Barrecheguren Montagut (Lérida 1881 – Granada 1957).- Huérfano de padres, fue educado en Granada por sus tíos paternos. Heredó una gran fortuna y fue formado por los jesuitas en El Palo (Málaga). Casado con Dª Concepción García Muñoz, fue padre de la beata Conchita Barrecheguren. Después de morir su hija, y posteriormente su esposa, terminada la fase diocesana del proceso de canonización de su hija, ingresó como postulante Redentorista en el Santuario del Perpetuo Socorro el 13 de junio de 1945, donde estuvo hasta el 13 de mayo de 1946 en que viaja al noviciado. Él ya conocía la casa, pues había frecuentado la iglesia para confesarse y para que su hija se dirigiese con su confesor. Con la enfermedad y muerte de Conchita y la enfermedad de su esposa encontró en los redentoristas unos amigos en los que apoyarse en tales momentos; también en los redentoristas encontró los promotores del proceso de su hija, de manera que su entrada en el postulantado era el paso subsiguiente al de trato estrecho con los que ahora tenía como hermanos de comunidad. Tras su ordenación regresa a Granada el 18 de septiembre de 1949, y residirá en el Perpetuo Socorro hasta el momento de su santa muerte el día 6 de octubre de 1957. Inhumado en el cementerio de San José, sus restos fueron trasladados al Santuario del Perpetuo Socorro de Granada en 1995. El 5 de mayo de 2020 el Papa Francisco lo declara venerable al firmar el decreto de virtudes.

Siervo de Dios Celso Alonso Rodríguez (Rioseras 1896 – Valencia 1936).- Hermano coadjutor redentorista, de carácter abierto y simpático, que profesó en 1920 y se dedicó fundamentalmente al cuidado de las comunidades y de los cohermanos redentoristas enfermos. Llevaba en Valencia desde 1935 cuidando al anciano P. Antonio Mariscal en el Asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados cuando le sorprendió la persecución religiosa. Aunque pasaba como enfermero, fue delatado por un anciano y martirizado el 29 de septiembre de 1936 en compañía de otro hermano coadjutor jesuita en el cauce del río Turia a la altura de Nazaret. Estuvo viviendo en Granada desde el 11 de enero de 1933 hasta el 16 de enero de 1935 cuidando de la comunidad como cocinero. Como dato curioso, en las navidades de 1934 ayudó al H. sacristán ha montar un magnífico nacimiento en el santuario. Desde Granada marchó a Valencia a cuidar del P. Mariscal y allí le sorprendió el martirio. Su proceso de martirio se encuentra en fase romana a la espera de su estudio por los historiadores.

Siervo de Dios Angel Vesga Fernández (Herramélluri 1886 – Valencia 1936).- Hermano coadjutor redentorista, de carácter fuerte y muy trabajador, fundamentalmente como carpintero o albañil. Profesó en 1910 y su vida transcurrió en las comunidades que necesitaban sus servicios. Había llegado a Valencia procedente de Barcelona en 1935; escondido en la portería de un edificio donde se encontraba el Consulado de Argentina, fue sorprendido por los milicianos que custodiaban el edificio diplomático, llevado a una cheka fue martirizado con un sacerdote diocesano en la trasera de la antigua Estación de Aragón, junto a la acequia de Algirós, el día de su onomástico, 1 de octubre de 1936. Estuvo destinado en el Perpetuo Socorro de Granada en dos periodos; primeramente desde 1912 al 24 de abril de 1914 empleado en las obras de limpieza y restauración del antiguo templo de San Felipe. Sobre el particular la crónica dice: “La limpieza de las paredes y bóvedas corrió por cuenta de nuestros Hhos. Nicesio, Donato, Feliciano y Angel. Y hay que decir que la ejecutaron maravillosamente bien. La iglesia estaba toda negra como una chimenea, sobre todo por las partes más cercanas a las viviendas en que estaban convertidas torres y tribunas. Hubo mucha precisión de irlas raspando toda punto por punto; y en algunas partes, no bastaba eso, y hubo que picar la piedra hasta quitar una capa, habiendo conseguido dejarla como nueva, lo mismo que si se acabase de hacer. Para esta obra se construyó un andamio que se apoyaba más arriba de la última cornisa, en el arranque de la bóveda, por encima de la barandilla de madera”. Posteriormente estuvo de nuevo destinado en el Santuario granadino desde el 27 de junio de 1926 al 3 de julio de 1928, para el mantenimiento de la casa. Dejó instalada una bomba de agua para el riego de huerta y jardín. Su proceso de martirio se encuentra en fase romana a la espera de su estudio por los historiadores.

Siervo de Dios Manuel Gil de Sagredo Arribas (Granada 1908 – Astorga 1952).- Sacerdote redentorista granadino, nacido frente al Santuario del Perpetuo Socorro y bautizado en la parroquia de San Justo y Pastor. Durante una misión de los redentoristas en dicha parroquia cuando contaba con 12 años se entusiasmó y quiso ser misionero. Entró en el Santuario, donde contemplando el icono de la Virgen quedó lleno de ansias misioneras. Profesó en 1924 y tras ordenarse sacerdote en 1930 marchó como misionero a China, donde estuvo hasta 1941 en que regresó a España y donde le sorprendió el bloqueo de fronteras por la 2ª Guerra Mundial. Regresó a China como Viceprovincial en 1946, y allí le sorprendió la Revolución maoísta; opuesto con tenacidad a la creación de la Iglesia popular china e invitando a los católicos a permanecer fieles al Papa, fue encarcelado desde junio a noviembre de 1951; sufrió malos tratos y torturas. Conmutada la pena de muerte por la expulsión de China, llegó a Madrid muy débil en enero de 1952. Tras una gira de animación misionera por España, falleció inesperadamente en Astorga (León) el 4 de agosto de 1952. Además de ser granadino e iniciar su vocación misionera en el Santuario del Perpetuo Socorro, durante su estancia en España al regresar de China tanto en 1941 como en 1952 estuvo aquí creando y animando al grupo de Marías del Redentor, que él había creado como colaboradoras de la Misión Redentorista de China. Además, fue el Rector del Santuario del Perpetuo Socorro desde abril de 1944 hasta mayo de 1946, en que presenta su renuncia para volver a China. De este periodo podemos destacar además de la creación de las Marías del Redentor, la predicación de Misiones Populares por diversos pueblos de Andalucía Oriental y la acogida como postulante del Venerable Francisco Barrecheguren. Sus restos, recatados del osario del panteón redentorista de Astorga, descansan en la cripta del templo granadino. Su proceso está iniciado en la Curia granadina.

Santos de la puerta de al lado.- Podríamos pensar que tras la muerte del P. Barrecheguren na santidad dejó de adornar el santuario; pero lejos de la realidad. Que no haya ninguno más camino de los altares no significa que en este recinto no hayan vivido o celebrado la fe personas santas. El pudor me impide poner nombres; pero estoy seguro que tu experiencia y recuerdo agradecido llena de nombres de sacerdotes o hermanos redentoristas, o de hombres y mujeres laicos mi silencio. Personas que han caminado y orientado sus vidas desde Cristo y que se han gastado por el evangelio, contagiando su entusiasmo y el amor y devoción a la Virgen a todos cuantos se acercaban a ellos. Misioneros que aún viven con nosotros y que su trasparencia deja vislumbrar su vida consagrada y gastada por el Evangelio.

Hermoso es vivir, celebrar la Eucaristía, desgranar los avemarías del rosario, o contemplar en silencio la Eucaristía en este espacio, cuya mayor belleza no son las piedras que nos transportan a los siglos de historia; tampoco los bellos retablos que se elevan con majestuosidad para cobijar las sagradas imágenes; ni siquiera el magnífico trono diseñado por Encarnación González y ejecutado por la maestría de José Navas Parejo; tampoco las imágenes de San Felipe y San Juan Nepomuceno, de la escuela granadina, herederas del antiguo Oratorio. Este templo está embellecido por la santidad de tantas personas que han vivido su fe en él; que han ejercido su ministerio presbiteral; que han colaborado en su limpieza y ornato. Ellos, que son más que los 10 beatos y 4 en camino hacia los anteres, han ido embelleciendo este espacio sagrado.

Este legado también se convierte en responsabilidad de cuantos aquí vivimos la fe, ejercemos el ministerio o compartimos la amistad. Seguir ornando este templo con una santidad que entusiasme a cuantos a él se acerquen; una santidad que se concrete en anuncio misionero y servicio caritativo a los mas desfavorecidos. Una belleza que sea el mejor tesoro que ofrezcamos a la iglesia y sociedad de Granada, pues pocos lugares de esta ciudad pueden contar con este tipo de belleza.