Aquí en Honduras, o almenos por La Lima, todo es exuberante y eplosivo: el color, la acogida, y tambien la fe. Ayer quedamos concentrado en una gasolinera del exterior de la población a las 8.00 hs de la mañana, y desde allí iniciamos una marcha hasta la parroquia, inaugurando con ella este tiempo de Misión. Encabezaba la cruz parroquial, seguía una pancarta, después los misioneros, el coro y unas 500 personas organizadas por sectores.
Después celebramos la Eucaristía en el polideportivo del Colegio Guadalupano presidida por el Obispo auxiliar D. Rómulo Emiliani; una eucaristía llena de ritmo, fiesta, música y calor humano y sobre todo mucha juventud.
Por la tarde, después de una comida de confraternidad con el equipo coordinador, inauguramos la misión en el primer sector que es el de La Paz: de nuevo una multitud de agentes de pastoral laicos, muchos jóvenes y una cena de confraternidad. Nos distribuimos entre las casas de acogida donde viviremos los misioneros estos 15 días próximos.
Esta mañana ya cada uno ha trabajado en su comunidad. Mi mañana ha sido celebrar la Eucaristía a las 5:30 en la Comunidad de Oro Verde y a las 6:30 en la Comunidad de Campo 2. Después he estado visitando enfermos, y en ese ministerio alcancé las 12:00 tiempo en que se almuerza en Honduras.
Esta mañana ya cada uno ha trabajado en su comunidad. Mi mañana ha sido celebrar la Eucaristía a las 5:30 en la Comunidad de Oro Verde y a las 6:30 en la Comunidad de Campo 2. Después he estado visitando enfermos, y en ese ministerio alcancé las 12:00 tiempo en que se almuerza en Honduras.