Abriendo esta
ventana, quiero abrir un postigo hacia el pasado. Muchos granadinos estemos
familiarizados con la presencia de los Redentoristas y del Perpetuo Socorro en
Granada, y podemos pensar que llevan ahí desde que los Reyes Católicos tomaron
la ciudad. Pero lejos de la realidad. Echemos juntos una mirada hacia el pasado
para que os cuente cómo y cuando llegaron estos misioneros a nuestra tierra.
Los
redentoristas fueron fundados por S. Alfonso en Scala (Italia) en 1732, pero no
llegaron a España hasta octubre del año 1863, procedentes de Roma. Después de
buscar donde establecerse, fundaron una primera comunidad en Huete (Cuenca) en
1864; y para la segunda comunidad eligieron Alhama de Granada, donde llegaron
el 6 de septiembre de 1867.
Para esta
fundación alameña, el Señor se valió de un sacerdote malagueño, D. José Oliver,
que habiendo sido abogado en Madrid, abandonó los juzgados por las iglesias.
Había oído hablar de los redentoristas en Madrid. El Arzobispo D. Bienvenido
Monzón al ser destinado a Granada le pidió que le acompañara como Vicario
General. Ya en nuestra tierra, viendo la situación religiosa que había en la
provincia de Granada tras la desamortización y la expulsión de todos los
religiosos, convenció a D. José de Toledo, un caballero granadino, Teniente de
la Real Maestranza de Granada, con grandes posesiones en Alhama y Cacín, para
que apadrinara la fundación de los redentoristas. Éste les cedió su casa de
Alhama para que se instalaran provisionalmente, y les compró el castillo donde
comenzaron a realizar las obras de construcción del convento. Como iglesia, el
arzobispo les cedió a la Ntra. Sra. del Carmen, junto al castillo.
El gran
protagonista de la fundación fue el P. Víctor Loyódice, un napolitano que había
aprendido el español como misionero en Colombia. Esto facilitó que nada más
llegar comenzaran a predicar misiones, eligiendo la zona de las Alpujarras por
ser la más necesitada; comenzaron por Òrgiva, Adra, Dalías, Verja, Albuñol, … A Alhama acudió la primera vocación granadina, Antonio Ortiz Granados, un viudo
de Chauchina que pidió entrar como hermano coadjutor. Esta fundación acabó en
octubre de 1868 con la Revolución Gloriosa, que de nuevo expulsó a los
religiosos de España, y con ellos los redentoristas, que cruzaron de nuevo los
mares como misioneros en Ecuador.
Tuvieron que
esperar mejores tiempos; y en el 24 de junio de 1879 llegaba de nuevo el P.
Víctor Loyódice a Granada para fundar una comunidad de Redentoristas. Pero esta
vez eligieron la ciudad de los cármenes. D. José de Toledo y el Arzobispo, que
los conocían bien de los tiempos de Alhama, eligieron para que se establecieran
una zona pobre de la ciudad, como era el bajo Albaicín. La iglesia elegida fue la
de San Juan de los Reyes, una antigua mezquita musulmana donde se celebró la
Primera Eucaristía el día en que los Reyes Católicos tomaron Granada. Junto a dicha iglesia D. José les compró a
los redentoristas una casa con la huerta, en la que se instalaron.
Eran de los
primeros religiosos que llegaron a la ciudad: Los HH. Hospitalarios se hicieron cargo de la Basílica de San Juan de Dios en 1878; los Jesuitas regresaron a Granada y se instalaron en los Hospitalicos en 1880; los Capuchinos consiguieron de nuevo instalarse en el Triunfo en 1897. Esa primacía favoreció que la iglesia se
viera desbordada de gente que acudía a las celebraciones, predicaciones y
confesiones de aquellos misioneros. Desde esta caserona del Albaicín irradiaron
su predicación por toda Andalucía oriental a través de las Santas Misiones que
predicaron hasta en los núcleos de población más recónditos. En esta casa e
iglesia estuvieron los redentoristas hasta 1913, en que bajaron al actual
Santuario del Perpetuo Socorro, y vendieron la casa de San Juan de los Reyes a
las Hermanas de la Presentación.
(Publicado en La Ventana. Centro Residencial para Personas Mayores Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro. Num. 19 (2024-2025), pp. 7-8)